viernes, 2 de mayo de 2008

LARA: Represión policial contra cortejo funebre de víctimas de presunto ajusticiamiento


Informaciones de la prensa regional confirman las denuncias realizadas a Provea acerca de la presunta violación del derecho a la vida de dos hermanos, y la posterior represión policial contra el cortejo funebre:

"Aproximadamente 48 horas después de haber muerto a tiros en circunstancias no muy claras pudieron ser sacados de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda los cuerpos sin vida de los hermanos Engel Alexander Ernesto y Fabricio Douglas Iván Pérez Heredia, de 33 y 31 años, respectivamente, aunque el traslado hasta la sala velatoria no pudo hacerse pacíficamente, como esperaban sus familiares, pues el recorrido fue interrumpido a fuerza de bombas lacrimógenas y perdigones por funcionarios de la Fuerza Armada Policial.

Los dos jóvenes, productores pecuarios y estudiante universitario uno de ellos, residenciados en la carrera 1 del barrio San José, murieron el martes, presumiblemente entre 11 de la mañana y 2 de la tarde, en un apartado lugar de Pavia, al oeste de la ciudad, en un hecho calificado por la FAP como enfrentamiento, versión desmentida con firmeza por sus familiares.

Desde la noche de ese día, cuando los cuerpos baleados y golpeados fueron ingresados en la morgue, numerosos familiares y amigos de las víctimas montaron una especie de vigilia en los alrededores, aparentemente para evitar alguna alteración de evidencias importantes para aclarar lo que en realidad ocurrió.
Numerosas pancartas pidiendo justicia portaban jóvenes y adultos mientras en las paredes del lugar también se observaban consignas o grafitis y se repartían volantes repudiando, insistían, "este repudiable crimen".

Cerca de las diez de la mañana los dos ataúdes con los restos de los infortunados fueron introducidos en los coches fúnebres para llevarlos hasta la sala donde se realizaría el velorio, en la avenida Venezuela. Se decidió cumplir el recorrido pasando a un lado de la Comandancia de Policía como señal de protesta por las dos muertes atribuidas a efectivos de esa institución.

La caminata, pacífica, como insistieron los participantes en la misma desde su partida, transcurrió sin novedad hasta la calle 30 pues cuando el numeroso grupo de personas, hombres, mujeres y hasta niños, se acercaba a la sede policial fueron recibidos, primero con un disparo de perdigones de polietileno que pareció ser una señal para la lluvia de bombas lacrimógenas". (Fuente: El Impulso, 02.05.08, http://www.elimpulso.com/)

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESA FAMILIA NO SIRVE NI SERVIRA NUNCA PARA NADA ESE PADRE Y ESA MADRE FRACASARON NO SIRVEN COMO PADRES GARCAIAS ADIOS MURIERON ESAS LACRAS