Se desploman 32 viviendas de conjunto residencial en Falcón

8 mil adjudicatarios temen quedar sin sus casas construidas por Fondur


Unas 32 familias corren peligro ante el desplome progresivo de la infraestructura física del edificio Amuay en el complejo residencial Juan Crisóstomo Falcón, al oeste de la ciudad.

Desde hace tres años se está presentando este problema, dijo José Chirinos, presidente del condominio del edificio afectado. "Haremos las diligencias necesarias para tratar de solventar el problema del bloque que se cae progresivamente".

Y es que en horas de la mañana del viernes pasado las familias que residen en la planta baja del edificio Amuay se impresionaron al ver las paredes agrietadas por un movimiento que hiciera la infraestructura en horas de la noche. "Casi no hemos dormido desde ese día, en la noche se siente cómo explotan los ladrillos", refirió Haydée Palencia, residente del PB 06 desde hace siete años.

Otilio Morles, también afectado, manifestó que el pasado 21 de diciembre un arquitecto estuvo en el bloque y pronóstico que si el piso seguía cediendo habría que abandonar el edificio porque su desplome es sólo cuestión de tiempo. "Fíjese que no ha pasado un mes cuando en la madruga parecía que temblaba y los bloque se partían y las puertas se despegaban de los arcos".

El edificio Amuay no es el único que presenta fallas en su infraestructura. También el Guaranao, Urumaco y Caujarao, todos ubicados dentro del mismo complejo habitacional, habilitado para su ocupación desde el mes de mayo de 2001.

Actualmente se construyen dos edificios más, el primero de los cuales ya ha sido asignado.

Desde la fundación de este complejo habitacional se han presentado serias fallas en la construcción de las unidades habitacionales. El año pasado y tras múltiples denuncias e informes se logró el arreglo de los baños y las cocinas de todos los apartamentos, pues levantaron las tuberías para evitar el colapso de las mismas, aseguraron los residentes del conjunto.

Situación similar se presenta en el Guaranao. Allí todas las familias están temerosas y han enviado dos informes a Fondur, participándoles el problema de la estructura física de los edificios que presentan serios defectos: la cabina de electricidad de los apartamentos no está protegida y calienta las vigas de la estructura, además no hay depósito para colocar los desechos sólidos. En total son 250 edificios repartidos en cinco núcleos para un total de 8 mil personas que podrían verse afectadas por las fallas de construcción y que ya no están cancelando por considerar que fueron estafados.

Fuente: Nuevo Día