(11.09.08) La alegría, el buen humor y el acento cantadito y veloz –propio de los zulianos– se escucha en las instalaciones de la XVII Conferencia Internacional de Sida (Aids 2008, por sus siglas en inglés), que culminó el viernes en la capital mexicana. Una asociación civil del estado Zulia fue reconocida por el programa de las Naciones Unidas sobre VIH-sida (Onusida) con el premio Lazo Rojo (Red Ribbon), por su labor en la reducción de los efectos y propagación de este virus en el país.
"Nacimos en 2003 para detener las frecuentes violaciones de los derechos humanos de quienes viven con VIH en Zulia. Trabajamos con cinco comunidades indígenas sobre la prevención del virus, hemos garantizado que en el estado todos tengan acceso al tratamiento antirretroviral, incluidos indígenas sin documentación; hemos contribuido a revertir el curso de la epidemia en Venezuela", cuenta Estevan Colina, director general de la Asociación Civil Pro Defensa de los Derechos Humanos (Amavida), la ONG premiada.
Mediante bailes, cuentos, actividades teatrales y culturales propias de las etnias wayú, yukpa, bari, japreria y añú, respetando sus creencias, valores, tradiciones, con el permiso del cacique del grupo y en su lengua autóctona, los activistas de esta organización les han hablado sobre la epidemia, la prueba para su detección, el uso del condón y la prevención de VIH e infecciones de transmisión sexual.
"En tres años, logramos que los indígenas de la Sierra de Perijá usen condón femenino y masculino, inclusive que las mujeres yukpa, de cultura muy cerrada para hablar de sexualidad, hoy día lo hablen abiertamente entre sus compañeros", expresa nuevamente Colina mientras su compañera Naida Pérez, también de Amavida y educadora, explica que para estas mujeres el sexo es sólo para procrear, y ellos les han dado la oportunidad de conocer su cuerpo y a sí mismas.
Uno de los temas discutidos en la Conferencia Internacional de Sida es que las cifras de personas infectadas no están discriminadas por grupos étnicos en los países donde existen comunidades indígenas.
Lo mismo ocurre en Venezuela y en Zulia, donde 14% de la población es aborigen. Además, esta población es mucho más vulnerable a contraer el virus por su situación geográfica (están en la frontera, hay mucha movilidad, la lejanía), falta de educación, recursos, trabajo. No tienen garantizadas sus necesidades sociales, indica e director de Amavida, Los indígenas zulianos que viven con VIH (la mayoría de las mujeres se enteran al dar a luz en zonas urbanas), tienen acceso al tratamiento antirretroviral; la organización ha enlazado a estas comunidades con los centros de salud más cercanos. Además, por tratarse de una zona fronteriza con presencia de desplazados colombianos, esta ONG logró que el tratamiento llegue a todo indígena y persona, tenga documento de identidad o no, "como medida de respeto a la vida y como solidaridad. La salud es un derecho universal", sentencian los integrantes de la asociación, presentes en México.
Presencia criolla. Los zulianos de Amavida no son los únicos venezolanos presentes en Aids 2008. Merideños, valencianos, margariteños, caraqueños y de otras regiones también están en la conferencia. Sociedad Wills Wild, Fundación Niños en Positivo, Asovida, todas de Mérida; Ases de Venezuela, Tendencias de Ases de Venezuela y el Infantoclub de Ases Venezuela; Amare, de Nueva Esparta, Acción Solidaria, Acción Ciudadana Contra el Sida (Accsi) y otros grupos, muchos de los cuales asistieron por el apoyo del Ministerio de Salud. En el espacio denominado Aldea Global, donde se encuentran ONG y agrupaciones de diversa índole abocados a la educación, prevención, defensa de derechos humanos y demás aristas que se desprenden del VIHsida, los venezolanos intercambian sus experiencias de trabajo, presentan sus propuestas y se nutren de las ideas de otros países.
Nota de prensa extraída de Ultimas Noticias por el equipo de prensa de Provea.Lunes 11 de Agosto de 2008.
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