La Comisión de Justicia y Paz y Cáritas los Teques ante la delicada situación que observamos en los recintos penitenciarios del país y en especial la dramática situación que se vive en los penales del Estado Miranda, comunica a la opinión pública, lo siguiente:
Expresamos nuestra preocupación por las constantes y prolongadas huelgas de hambre de la población reclusa y sus familiares, para la exigencia de sus derechos, las mismas generan deterioro serio del estado de salud de los huelguistas, pudiendo presagiarse un deterioro más agudo si se mantiene la protesta.
Deseamos manifestar ante las autoridades del Estado Venezolano y ante la opinión pública nuestra más honda preocupación por el aumento de muertes producto de la violencia interna de los penales, por el retardo procesal, así como la aplicación masiva de medidas de privación de libertad desde las más recientes reformas de los Códigos Penal y Orgánico Procesal Penal, causal principal esta de la huelga de hambre que mantiene en vilo a familiares y presos de diferentes penales.
Contactamos con gran dolor y angustia el desarrollo de este nuevo escenario que afecta a un gran número de familias venezolanas; llamando así la atención a la sociedad sobre la entronización de la cultura de la muerte y de la negación de la dignidad humana que se manifiesta de manera particularmente cruda en nuestros penales y que nos interpela a todos los ciudadanos para trabajar en la solución estructural e integral del problema de la violencia y la muerte que afecta a la sociedad venezolana, particularmente a los más desfavorecidos.
Al mismo tiempo ratificamos nuestro compromiso pastoral de acompañar a la población penitenciaria considerada altamente vulnerable, no sólo por problemas en la administración de justicia, o de la situación de pobreza que vive una mayoría de ellos, sino también por la ausencia del goce de sus derechos en los recintos penitenciarios.
Consideramos que los privados de libertad son nuestros hermanos y somos responsables de garantizar su derecho a la vida, al acceso a la justicia, a la superación y rehabilitación y a la reinserción social. No podemos aceptar como buena y constructiva la actitud de indiferencia o rechazo que predomina en la sociedad venezolana hacia los que están en las cárceles. Es preciso tomar conciencia de la grave problemática carcelaria e influir en un cambio de mentalidad
Esperamos que este comunicado lleve a la reflexión no sólo a quienes son actores en el conflicto suscitado, sino a la sociedad Venezolana en pleno, para contribuir en la construcción de una cultura de respeto y tolerancia basada en el resguardo de los derechos y dignidad humana de los privados de libertad.
En Caracas a los 22 días del mes de abril de 2008
Oficina de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana
Cáritas Los Teques
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